Bed and Breakfast Casa Castagna 1620
Servicios principales
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Wi-Fi gratis
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Actividades
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Comida/Bebida
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Agradable para niños
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Aire acondicionado
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Mascotas
Ubicación
El hotel Casa Castagna 1620 Bed and Breakfast Mergozzo está situado con fácil acceso a la Chiesa Parrocchiale della Beata Vergine Assunta y cuenta con un restaurante y depósito de equipajes. El Oratorio della Visitazione di Maria ad Elisabetta está aproximadamente a 5 minutos a pie del hotel y puedes llegar a Centro Commerciale LE ISOLE en 10 minutos en coche.
El centro de Mergozzo se encuentra a 5 minutos a pie de este hotel, y atractivos culturales como el Civico Museo Archeologico están a tan solo 5 minutos andando del hotel. El Lake Mergozzo también está a menos de 5 minutos a pie del hotel. Visita el Lago di Mergozzo, a unos 1 km del bed and breakfast, y sumérgete en la plena armonía con la naturaleza. El Casa Castagna 1620 Bed and Breakfast en Mergozzo está a 65 km del Aeropuerto Milán-Malpensa.
Las habitaciones del Casa Castagna 1620 Bed and Breakfast disponen de TV de pantalla plana con canales vía satélite, detectores de humo y climatizador así como de un baño con bidé, ducha a ras de suelo y un inodoro separado de la ducha. Los huéspedes pueden utilizar bidé y ducha a ras de suelo. Además, cuenta con artículos de tocador para huéspedes y batas. Algunas habitaciones incluyen vistas al lago.
El Casa Castagna 1620 Bed and Breakfast Mergozzo proporciona un desayuno continental con pasteles frescos, panqueques y fruta fresca. Esta propiedad se encuentra cerca del restaurante el Vecchio Olmo y ofrece platos de la cocina italiana.
Reseña de un crítico de hotel
Recientemente tuve el placer de quedarme en Casa Castagna 1620, un auténtico refugio en el corazón de una pequeña plaza junto al lago. Desde el primer momento, el trato del personal fue excepcional, siempre amable y dispuesto a hacer de nuestra estancia una experiencia inolvidable. La habitación era un sueño, espaciosa y decorada con un gusto exquisito; con un balcón que ofrecía vistas impresionantes, perfecto para disfrutar de una copa de vino local al atardecer. La joya de la estancia fue, sin duda, el restaurante del hotel, donde desayunamos croissants que rivalizan con los de París y cenamos platos que elevan la gastronomía local a otro nivel. No puedo dejar de recomendar este lugar;
